Vinos, setas y mercados de otoño
Para conocer de verdad un destino como Mallorca o Menorca, sus gentes, su cultura y sus tradiciones nada mejor que hacer una escapada gastronómica en otoño. Las Islas Baleares son un lugar lleno de aromas y sabores autóctonos y sus mercados y sus cocinas un mundo nuevo por descubrir. Hoy vamos a hablar un poco de todo lo bueno que pueden ofrecernos en esta época del año, cuando está a punto de terminar la temporada oficial de vacaciones de verano y el otoño empieza ya a oler a pucheros de invierno.
Los vinos son nuestra primera parada en este viaje delicioso. Aunque la vendimia hace semanas que se ha terminado, todavía queda mucho trajín para ver en las bodegas: todo el proceso de recolección da paso a la selección y trabajo de las uvas para obtener algunos de los mejores caldos que, a día de hoy, se pueden encontrar en el Mediterráneo.

En la zona de Binissalem, por ejemplo, se puede disfrutar de toda la tradición de la vendimia -que aquí llaman vermar- con rutas por las diferentes bodegas y probando el plato típico de la época: fideus de vermar. En la localidad hay más de una decena de bodegas, entre las que destacan Celler Tianna Negre, Bodega Biniagual, Celler Sebastià Pastor, Celler Can Ramis, Antonio Nadal y José Luis Ferrer.
La segunda fase del viaje es aprovechar para conocer cómo se trabajan las setas en la cocina mallorquina. Aunque no es muy conocido este hecho, la realidad es que muchos platos tradicionales y típicos de los meses fríos en Mallorca y Menorca llevan como ingrediente principal o como complemento las setas.
La más habitual son las gírgolas y los esclatasangs, que se pueden encontrar en las cartas de casi cualquier restaurante de comida regional que se precie. Suelen ser indispensables en recetas como el arròs brut y se sirven también frecuentemente como entrante, a la plancha o guisadas en salsa.

Para comprar las setas y, por supuesto, los vinos, nada mejor que ir directamente a uno de los muchos mercados de payeses que se organizan a lo largo de la semana en diferentes pueblos de las islas. En Mallorca, los más famosos son el de Inca, Mancor de la Vall, o Alcudia. También en la capital, Palma, se puede recurrir a los mercados municipales como el de Pere Garau, donde además de los puestos oficiales, en sus exteriores se colocan cada sábado por la mañana los campesinos para ofertar sus cosechas. En Menorca, en Mahón, Ferreries, Alaior… El producto siempre es de máxima calidad y muchos bares y restaurantes de las proximidades los usan como materias primas de sus platos diarios, lo que los hace más que recomendables.
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